Las canciones pueden verse, y se ven con los ojos cerrados.
El talento te saca del cuarto. El trabajo te saca de casa. El amor te mantiene afuera.
La fama discrimina y no es referencia.
Es pecado copiar sin originalidad.
Si se es hombre, hay que ser más mujer, y viceversa. Y hay que ser infantil.
Hay millones de compositores e intérpretes diciendo las mismas cosas. ¿Por qué han de escucharme a mí?
Para escribir y cantar, hay que leer y escuchar.
Hay que saber decir la verdad con mentiras.
El artista que no se ha desnudado no ha dicho nada aún.
Una canción buena es como el espermatozoide que fecunda.
La comodidad que da un público aparentemente conquistado es nido de música redundante.
Los músicos sin opinión política y/o religiosa no existen.
La protesta más contundente es la del que teme la retaliación.