Inicialmente se enseñaba a tocar guitarra, percusión, flauta y teoría de música; con pocos e improvisados instrumentos por falta de recursos para adquirirlos. Algunos de estos instrumentos eran prestados o creados, como los de percusión, que estaban construidos con botellas pequeñas de plástico y latas llenas de arroz o piedras pequeñas. Desde entonces, aproximadamente iniciando con diez niños y jóvenes, participan con mucha motivación en las clases; bajo la responsabilidad de que cada alumno enseñe lo aprendido a otro para asegurar la sostenibilidad del proceso.
Nuestro programa se sostiene con aportes y donaciones, los aportes son en efectivo, productos y servicios. La auto-gestión se financia a través de diferentes estrategias institucionales para el desarrollo de fondos como eventos, proyectos, etc.