Fue un proyecto impulsado gracias al apoyo del Ministerio de Cultura del Ecuador; sus actividades principales son clases de música a los moradores de sectores de escasos recursos. Se continuó con el trabajo iniciado en Nueva Prosperina, dando realce cultural de la música y la creatividad en los sectores más vulnerables, correspondientes a áreas urbano-marginales.
Este proyecto buscaba impulsar y fomentar el desarrollo personal de pobladores de entre los 8 hasta a los 30 años de edad, quienes habitan en sectores de escasos recursos de la ciudad de Guayaquil, como Guasmo Sur y Nueva Prosperina. Además pretende posicionarse como una proyección de cambio integral de la comunidad en su conjunto, empleando como instrumento metodológico y como herramienta de apoyo la música.
Se dió inicio al proyecto el lunes 5 de Diciembre 2016, reuniéndonos con el equipo de trabajo para planificar las actividades y talleres que se realizarán, tanto en Guasmo Sur como en Nueva Prosperina. A continuación mostramos un itinerario del trabajo realizado:
Nos reunimos con las lideresas barriales en Nueva Prosperina, para conversar con ellas y mostrarles de qué tratará el proyecto y cómo se realizará, pero sobre todo para contar con su apoyo, ya que ellas son buenas influyentes en su comunidad, en el tema del trabajo social. La reunión fue en la casa de la señora Juana Quinteros, una excelente lideresa barrial.
posteriormente iniciamos con la difusión e inscripción, para los alumnos que quisieran participar y más que todo aprender a tocar algún instrumento, en la escuela de música Clave De Sur, en el Guasmo.
Una cantidad aproximada de quince niños, entre cinco y quince años de edad, fueron convocados por una de las lideresas del sector, la señorita Maritza Herrera.
Iniciamos con la dinámica “El teléfono roto” que consistía en que luego de sentarlos a todos, formaran un círculo con sus asientos, y escogimos a un niño para que leyera una frase que se escribió en el momento; la cual sólo él podía verla, y luego tenía que ir pasando al que estaba junto a él, al oído lo más claro posible y con un máximo de tres intentos, y así éste último tenía que irlo diciendo al de su derecha y el al siguiente, y así sucesivamente hasta que llegue a el último del círculo, y diga en voz alta el mensaje que recibió. Lo que la dinámica quería denotar es la distorsión que sufre el mensaje al viajar de una persona a otra en este caso un grupo reducido.
Después de ésta dinámica, el director del proyecto Vladimir Ávila, procedió a explicar cuál era nuestro propósito en ese lugar, qué íbamos a hacer aquel día y qué íbamos a hacer en los siguientes fines de semana, que eran los días en que se desarrollaban los talleres.
Desde el primer día, hicimos que los chicos escriban sus ideas de cómo ven su entorno: en casa, escuela, los lugares de recreación cerca de casa, cómo poder describir un lugar, para transformarlo en letra para una canción. Para ello también utilizamos diccionarios para que vayan buscando sinónimos de algunas palabras, para que no se repitan, y al mismo tiempo puedan expandir su vocabulario.
Comenzamos con una dinámica como de costumbre, luego tratamos de que escriban que sentían en ese momento con respecto a su entorno social y familiar, con todo eso, a través de un ejercicio en el cual se les preguntaba cómo sería su día ideal (para saber cómo sería un ambiente ideal en el cual ellos se sientan a gusto y felices).
Nuestro compañero y facilitador Cesar Figueroa (famoso rapero), nos dio una muestra de cómo improvisar y como se pueden usar los sinónimos para componer una música en breves minutos, y los niños escribieron en base a temas que a ellos les interesaban, como los: juegos, viajes, familias, etc.
Sábado 4 de Marzo 2017.
Después de comenzar como de costumbre con una dinámica, comenzamos el taller, el cual consistía en que los niños y jóvenes adolescentes canten, para ver quién tenía: las cualidades adecuadas, a quien le gustaba, y a quien le gustaría cantar esta música inédita. Algunos chicos cantaron unas canciones de su agrado, para ver su registro vocal, hubo un dúo de cantantes; y se procedió a elegir a quien de todos los que cantaron, pondrían cantar la canción compuesta por ellos. Además en ese mismo día realizamos la actividad de construir instrumentos musicales con materiales de reciclaje, para que después los chicos tengan sus propios instrumentos.
Los instrumentos que construyeron son más de percusión, como:
- Claves.
- Tambores.
- Panderetas
- Maracas.
- Shakes.
Nos reunimos para planificar los últimos talleres, en esa reunión definimos fechas límites para la elección de cantantes, la composición de la letra y música, y los ensayos, el donde, cuando y con quién van a ser.
Sábado 18 de Marzo 2017.
Luego de realizar una dinámica para animar a los chicos, se procedió a llevar a los elegidos para practicar la canción compuesta, a la casa de la señora Juanita Quinteros (lideresa barrial del sector), luego para prepararlos al respecto con técnicas de respiración y entonación, que se usan al cantar, además de métodos de performance cuando se está en el escenario.
Este taller se llevó a cabo con los instructores John Paredes y César Figueroa; mientras que en la casa comunal se impartía un pequeño y rápido taller con el resto de los chicos, de percusión, en el cual se utilizaron los instrumentos confeccionados por ellos mismos de materiales reciclables, que hicimos una semana anterior; se intentó enseñar los dos primeros ritmos claves de la percusión latina, y luego el ritmo de salsa de 2-3, este taller fue impartido por Daniel Andrade el instructor a cargo de la música y la ayuda de la instructora voluntaria la Maritza Herrera, luego nos divertimos un poco con los chicos, realizando unas dinámicas y juegos recreativos como: “adivine el sistema”, “dígalo con mímica”.